Seguramente alguna vez hayas tenido que identificar en una entrevista qué veías en las formas de unas manchas, a qué te hacían acordar y cuáles eran sus límites. Pero, ¿ te cuestionaste por qué te hacían estas preguntas?¿De qué se trataba esa prueba que querían que realices? Bumeran te lo explica en nuestra sección #TrabajoyConfusión.
Manchas de tinta con diferentes formas y colores, varias hojas con ellas impresas en su superficie. De un lado de la mesa el psicólogo y del otro el paciente o posible futuro empleado. El psicólogo prosigue a acomodar una de las hojas con manchas frente al analizado. “¿Qué ves?”, interroga. Esta dinámica representa el famoso Test de Zulliger, suele formar parte del estudio psicotécnico que realizan los responsables de recursos humanos para determinar si una persona es apta o no para realizar un trabajo en particular. Surge en 1942, de la mano del suizo Hans Zulliger alumno de Hermann Rorschach, un psiquiatra y psicoanalista pionero del uso de las manchas de tinta para el estudio de los rasgos de la personalidad.
¿Qué es?
El Test de Zulliger, también llamado Z-Test, es una prueba psicométrica, es decir, que sirve para medir las características psíquicas en general. Se emplean tres láminas como estímulo proyectivo, ante las cuales las personas deben responder acerca de las cosas que “ven o se imaginan”.
Según Gabriela Mignone, psicóloga consultora en RRHH, especializada en Empleos y Desarrollo Personal y Organizacional en ámbito público y privado, “El Test de Zulliger sobresale como uno de los más rigurosos y completos test en la evaluación de la personalidad y se sustenta en los mismos principios que el psicodiagnóstico de Rorschach al emplear como estímulos manchas de tinta”. “Cada mancha es un estímulo diferente al que cada sujeto responde según sus características de personalidad y cognitivas. Las láminas se interpretan en conjunto”, acota.
Por otro lado, explica: “El Test de Zulliger es un instrumento proyectivo que evalúa distintos aspectos de la personalidad, principalmente cognitivos, controles afectivos, interpersonales, de identidad e, incluso, permite evaluar la eventual presencia de elementos psicopatológicos”.
¿Para qué sirve?
En el Z-Test no hay respuestas correctas e incorrectas, su función es la de revelar aspectos inconscientes de la conducta a partir de las respuestas subjetivas de cada candidato sobre su visión de las formas y de las estructuras. Hoy es útil en los procesos de selección de personal porque permite reconocer de forma expeditiva a las personas que presentan trastornos psíquicos y estudiar la estructura mental, capacidad de adaptación social, reacciones afectivas y asimilación del mundo exterior de las personas normales.
“Como instrumento proyectivo, su base teórica se fundamenta en que, para cada sujeto, su percepción del mundo es una configuración de lo que proyecta continuamente, es decir, los pensamientos, deseos, hábitos, actitudes, sentimientos, ideales, así como las aptitudes. Estas configuran su mundo interior”, afirma Mignone.
¿Cómo surge?
Surge en el marco de la Segunda Guerra Mundial, el ejército suizo debía seleccionar a las personas que formarían parte de la armada. Eran muchos los candidatos que se presentaban y se debían realizar pruebas de personalidad para detectar si tenían algún trastorno sobre cada uno de ellos. Hans Zulliger era el jefe de uno de los servicios psicotécnicos que se encargaban de realizar estos tests.
Como las pruebas con las láminas de Rorschach y las de Behn-Eschenburg eran muy extensas y los candidatos eran numerosos, Zulliger desarrolló un método más simple, con menor cantidad de láminas, basándose en los principios fundamentales de las pruebas anteriormente mencionadas.
El Test-Z presenta similaridades a la prueba de Rorschach, pero permite un análisis más veloz y una lectura más expeditiva de los protocolos de diagnóstico. Gabriela Mignone, aclara: “Es una herramienta ágil y rápida de administrar en el ámbito laboral. El sentido de esta evaluación no es la clasificación de los sujetos en categorías diagnósticas, sino que es encontrar al postulante que posea las características psicológicas que resulten más apropiadas para las funciones a desempeñar”.
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